JULIA “BUTTERFLY” HILL
a los 7 años caminaba con su familia
y una mariposa se posó en su mano.
No se sabe bien por qué razón
la mariposa eligió su mano.
Hay quienes creen que un hada de los bosques
la envió como un mensaje secreto
y así por ello los humanos:
“Butterfly” la apodaron.
Julia
pasó momentos buenos
momentos malos pasó
a pesar de todo
la varita invisible del hada invisible
un día tocó su corazón.
Aguarden hago un alto
es que esta historia me conmueve
me conmueve tanto.
Ahora si sigamos
la varita invisible del hada invisible
un día tocó su corazón
y él supo ¿cuál era su misión?
defender los milenarios bosques de secuoya
de la destrucción implacable
ejecutada por las compañías forestales.
Mientras sonaba una música
maravillosamente bella
y solo escuchada
por quienes aman a los árboles
por quienes aman a los pájaros.
“Butterfly”
un día de diciembre de 1997
trepó a la cima de “Luna”
una secuoya sagrada
de 55 metros de altura
-y escuchen y lean bien-
allí permaneció y vivió
durante 738 largos días.
“Butterfly”
soportó tormentas y tornados
resplandores y relámpagos.
Durante las noches conversó
largamente con las estrellas
con los azules de los dioses.
“El Principito” solía visitarla
y a veces percibía hasta
el noble aullido de Colmillo Blanco
y cuentan que los pájaros
los pájaros que cantan hasta morir
susurraban hermandad en sus sueños.
Gracias a “Butterfly
y al hada que tocó su corazón
la “Pacific Lumber Company”
replegó su avance despiadado
acordando por 100 años
una zona de protección
para “Luna” y el resto de los árboles.
C.M.