Tomas
Tranströmer
sus
manos tocando el piano
haciendo informes
-sobre
personas que padecen-
escribiendo
haiku
mientras
en Estocolmo la nieve
de blanco cubre
la
estatua de San Jorge y el Dragón
digna solitaria sobre el piano
la
mano no deja de tocar
y
cuando estoy
escribiendo
haiku
haciendo
informes
tocando
el saxofón
siento
lo que sentía
y
ese fuego luz
la mano que escribe
hasta
que con una varita de tinta
nace
el poema
vuela.
C.M.
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