Las bombas rusas aceleran la posibilidad del sacrificio de animales en zoológicos de Ucrania.
La invasión rusa a Ucrania desató las cadenas al Coloso de Goya. Destrucción, barbarie, y sufrimiento va quedando en el camino. Humo asfixiando cuerpo y alma. Las bombas, los misiles, los aviones retumban, y el suelo enrojece como una lava candente. Los ucranianos huyen o intentan huir. Los animales de los zoológicos de Ucrania, no pueden. El recinto en que viven fue bombardeado, las jaulas destruidas. Stress de los seres sintientes, agonía trágica e injustificable en este siglo, y para este mundo.
Las autoridades ucranianas contemplan la
posibilidad de sacrificar a los ejemplares adultos, y tratar de salvar a los
animales más pequeños y a las crías. El dolor es infinito. Muchas personas heridas,
niñas y niños arrasados por las armas bélicas deben ser asistidos con urgencia.
Los
seres sintientes, los animales del zoo, deberán ser sacrificados.
La
palabra “sacrificio” proviene del latín “sacrum”
y “facere”, significa “hacer sagradas las cosas, honrarlas, entregarlas”. Los
animales sintientes del zoo entregarán su vida.
¿Este sacrificio redimirá al hombre de sus pecados, purificará a las almas desalmadas del planeta?
Carlos Martian
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