PLAGA DE MOSQUITOS
El hombre como el
Faraón de Egipto persiste en su ciega terquedad. El afán de codicia y consumo
prosigue destruyendo espacios naturales, aniquilando humedales, derribando los
árboles de los bosques, contaminando arroyos, lagos, ríos, y mares. Prosigue
invadiendo con cemento el anhelado verdor, acumulando toneladas de basura en
basurales a cielo abierto.
La epidemia de
mosquitos nos atraviesa. La tragedia nos abofetea en el rostro, y el riesgo de
muerte ejerce su calvario insomne. La agresividad de los mosquitos va en
aumento, y como una nube gris envuelven cuerpo y alma.
Solo ruego que algún
hada o duende de los bosques nos protejan, si es que sobreviven.
Algo me hace recordar el
pasaje bíblico sobre “Las Plagas”.
Biblia, Éxodo 8:12 /
Tercera plaga: los Mosquitos
12 El Señor dijo a Moisés:
— Dí a Aarón “Extiende tu bastón y golpea con ella el polvo de la
tierra para que se convierta en mosquitos por todo el país de Egipto”.
13 Así lo hicieron. Aarón extendió el bastón que
tenía en la mano y golpeó el polvo de la tierra, y nubes de mosquitos se
precipitaron sobre hombres y animales. Todo el polvo del suelo se convirtió en
mosquitos por todo el país de Egipto. 14 Los magos
intentaron hacer lo mismo con sus artes de mágia, pero no lo lograron. Y los
mosquitos molestaban sin parar a hombres y animales.
15 Los
magos dijeron al Faraón: -¡Esto es obra del poder de Dios! Pero el Faraón seguía
con el corazón endurecido, y no los escuchó, como había dicho el Señor.
C.M.
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