MI LEJANO AMIGO EL POETA JIM HARRISON
En
este asunto del dormir y del soñar
dejando
la puerta entreabierta
que
entrañables esencias acudan
y viertan su alquimia de palabras y letras.
Una
noche muy entrada la noche
cuando
los pájaros estaban en silencio
llegó
mi lejano amigo el poeta Jim
Jim
Harrison.
-Odio los talleres literarios -no se cansaba de blasfemar
y entre carcajadas casi al unísono repetíamos:
-escribir
es un sendero largo y dulce y amargo
y
alegres chocábamos nuestras copas de vino
-cheers por
las buenas letras.
En
esa larga efímera noche del dormir y del soñar
encendimos
el recuerdo de Machado
Collioure
y la maleta con sus últimos versos.
Después
el vino y otro brindis
y
viajamos
por
las montañas nevadas de Montana
y
Jim me confesó lo de su muerte
y
el poema que no concluyó
y
fue casi perfecto
hasta
que Jim comenzó a evocar
los
estampidos relampagueantes de la caza
(que
no comparto).
Entonces
decidí marcharme
y
desperté
con
el recuerdo inquebrantable
de
lo feliz.
Carlos Martian
del libro: Cuando muera la última liebre, edic. El Bodegón., 2021.
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