Hölderlin
y Fijman
Poema a dos manos
Madrugada en la Torre de Tübingen
Hölderlin toma una pluma de ganso
y la tinta como un río turbulento
se va abriendo paso
hay peces contracorriente
que saltan en el aire.
La tinta cubre renglón y arena
alcanza la puerta del abismo
y cae
y el alma sin morir muere
frente a los imperfectos dioses.
Pobres poetas esperanzados
Pobres poetas sepultados
airosos sepultados
La tinta es al poema
como la sangre al cuerpo
Pupilas con utopía de estrellas
Pupilas con vuelo de golondrinas
Pupilas con crucifijos de fuego
La tinta es al poema
como la sangre al cuerpo
Pobres poetas esperanzados
Pobres poetas sepultados
sepultados airosos
La misma mano que escribe
hace trinar un violín
y entibia el umbral opaco
de la indiferencia que hiela.
Fijman la mano de Fijman
continúa su derrotero
sobre la desolada mesa
del Hospicio de las Mercedes
-que he conocido-
la mano escribe
dibuja dibujos
niebla paria del corazón.
Escribir Escribir
Escribir
dos manos confinadas escriben
tras los féretros amargos del olvido.
Alquimia alada de la poesía
invisible Fénix
que todo trasmuta
que todo cobija.
Nobles plegarías del rocío
que cada mañana
se funden
con la hierba.
C.M.
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