LA DIGNIDAD DE LOS ÁRBOLES
Los árboles son Templos Sagrados
Debemos respetar y cuidar a los
árboles longevos.
Los más longevos son los más
productivos
y los que más crecen.
Cuidando un árbol, cuidarás el
bosque, cuidarás la vida.
Planta y riega un árbol,
quienes te sobrevivan lo agradecerán.
Los árboles son música
brindan su sinfonía en el concierto
del universo.
Respeta las leyes eternas de la
Naturaleza.
No contamines la tierra, ni el agua,
ni el aire.
No desates la ira del fuego.
Evita especies exóticas. Protege las
nativas.
Si hay nativas, habrá verdor próspero
y sano.
Los árboles son los verdaderos
habitantes del bosque.
Un árbol no hace un bosque
pero todos juntos lo hacen.
El agua es el torrente sanguíneo de
la tierra,
colabora, cuida y limpia arroyos y ríos,
ríos y arroyos,
y todo espejo manantial de agua.
Preserva el ecosistema del bosque,
del monte, de la selva.
Los árboles trabajan en silencio.
No alteres la paz de los árboles.
Cada árbol es una torre de pájaros.
Cada pájaro es un canto de alabanza.
Cada árbol es un mundo
choza de ojos que nos miran.
Disfruta del silencio y misterio,
de la copa, tronco y raíces.
Los árboles viven con sus retoños,
sienten, se comunican y respiran.
No alteres la paz de los árboles.
Recuerda que hay ríos en el cielo
Los
Yanomamis dicen:
“si
el hombre blanco acaba con la selva,
acabará
con la lluvia, y si acaba con la lluvia,
no
tendrá qué beber, ni que comer”.
Carlos
Martian
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