1.5.20

De Travelogues. Viaje literario de Steinbeck y Cortázar, por Carlos Martian.




Carol Dunlop y Julio Cortázar a bordo de Fafner.
(imágenes del libro: Los autonautas de la Cosmopista)





De Travelogues. Viaje literario de Steinbeck y Cortázar. 

El ascenso de Petrarca (1304–1374) al Monte Ventoux en 1336, podría ser uno de los primeros Travelogues o Viajes literarios, en los cuales se llevan registros de los viajes. El viajar y el simple acto humano de escribir sobre ese viaje. El Monte Ventoux, es una de las montañas más elevadas del sureste de Francia (casi 2000mts.), apodada como: La Bestia de Provenza, o La Montaña Calva. Petrarca habría concretado el viaje, por el solo placer de apreciar la vista desde tamaña altura. Luego el poeta de Arezzo escribiría sobre su ascenso, haciendo comparaciones alegóricas entre escalar la montaña y su propio progreso moral en la vida.

 Digo: viajar es escribir, y escribir es viajar. Poder experimentar el afuera, el mundo real, el movimiento de las calles de los diferentes pueblos, y ciudades. Poder acercarnos con respeto y curiosidad hacia los variados paisajes de la naturaleza. Sentir la presencia del viento, el sonido del mar, la sutileza de la nieve, el poderío de una montaña, la rojez del alba.

Salir a la ruta, luego apartarnos de ella en busca del paisaje. Salir a la intemperie sin escribir, también es escribir. Acercarnos y conocer a los seres y criaturas del camino: trabajadores de la tierra, gente de zonas rurales, mineros, pescadores, tejedoras, fauna y flora autóctona. Mundos dentro del mundo. Contemplar la noche y sentirse poseído por la marabunta de estrellas.

Tal vez, algo al respecto hayan pensado y sentido: John Steinbeck y Julio Cortázar. Con ellos, además de la cotidiana pasión por las páginas y las palabras, me une también la lúdica manera de bautizar con un nombre a ese vehículo fiel  compañero de nuestras  inocentes e imborrables andanzas. Nunca olvidaré aquellos momentos deslizándome sobre el viento en la ruta hacia el fin del mundo, Ushuaia, o sobre las alturas, rumbo hacia Machu Picchu, tripulando mi moto: la Golondrina Azul. El desafío en estas aventuras, es despojarse de la actitud hierática, dejar a un costado la pose de piedra, y simplemente dejar vivir al niño interior. Disfrutar del instante eterno.

Ahora hablemos de los creadores de Rocinante y de Fafner.

John Steinbeck escribió Viajes con Charley en busca de Estados Unidos en 1960, dos años antes de recibir el premio Nobel, y ocho años antes de morir en su casa de Nueva York.

Steinbeck sale a la ruta en busca del paisaje cuando tenía 58 años, después de haberse reestablecido de un ictus cerebral. Es esa imperiosa necesidad de oler la hierba, los árboles, escuchar el cauce de un río, o la necesidad de descubrir nuevas auroras, y ocasos, estremecerse ante legendarios bosques y senderos, sorprenderse ante cimas y arroyos, o tercas ciudades, lo que lo lleva a viajar por todo Estados Unidos a través de dieciséis mil kilómetros, atravesando treinta y cuatro estados. Así parte a cabalgar a bordo de una camioneta de la General Motors que adaptó para poder dormir en ella y que bautizó como: Rocinante. Steinbeck no va solo, lleva un perro caniche de color azulado, un perro viejo como él, llamado Charly.

Según el hijo mayor del escritor, considera que la verdadera razón del viaje es que su padre estaba enfermo y quería ver por última vez su país. Entonces toma forma este viaje exterior e interior, Steinbeck redescubre Estados Unidos y a los seres de carne y hueso que lo habitan. Aprovecha numerosas paradas para dialogar con personas de todo tipo, cocineros, granjeros, camioneros, campesinos, cazadores, vagabundos.

Como consecuencia de este viaje nace el libro: Viajes con Charly, en busca de Estados Unidos.

Casi veintidós años después, más exactamente, un día de mayo de 1982 Carol Dunlop (fotógrafa estadounidense y pareja de J.C) y Julio Cortázar inician un viaje por la Autopista del Sur, de París a Marsella, a bordo de Fafner, la combi Volkswagen roja que Julio bautizó con el nombre del mítico dragón de Wagner.

De este viaje nació el último libro que escribiera Cortázar: Los Autonautas de la Cosmopista, o un viaje atemporal París-Marsella. Inicia la obra una dedicatoria de Cortázar: Dedicamos esta expedición y su crónica a todos los piantados del mundo…

Intuyo en ambos expedicionarios el auténtico afán de niños aventureros, que los lleva a recorrer, conocer, y vivir en los diferentes paraderos de la autopista. Los expedicionarios planifican la jornada, organizan las provisiones, alistan sus sentidos para poder capturar en imágenes la flora y la fauna del lugar. Ellos, al igual que Steinbeck se consustancian con la naturaleza, regresan en cierta medida al origen de lo simple y valioso del día a día. Un juego donde la curiosidad y la alegría se expande por los setenta paraderos visitados y durante treinta y tres maravillosos días. Cómo dice Cortázar: Comprendimos que a nuestra manera habíamos hecho un acto Zen, habíamos buscado el Grial, habíamos divisado las cúpulas de oro de Orplid.

Como la vida tiene esa fascinación y desconcierto que nos conmueve, seis meses después de cumplir ese viaje, Carol murió. Cortázar moriría dos años más tarde.

¿Por qué emprender un viaje terrenal, cuando a veces se vislumbra el avance de un viaje final hacia lo eterno y desconocido?

Deseo creer en las palabras de Anatole France: El deambular restablece la armonía original que alguna vez existió entre el hombre y el Universo.

El ser humano en ocasiones nos sorprende cuando tiene el coraje de cumplir sus sueños. Steinbeck y Charly con su Rocinante, Carol y Cortázar con su Fafner, tuvieron el coraje de cumplirlos. Sabían que el sueño, el viaje, perdurarían durante el resto de su vidas. Quizás sabían, que como decían los romanos, no se diría de ellos: han muerto, sino han vivido.

Carlos Martian

24.8.19

Jack (apodado Rayo)



Lectura por su autor: Carlos Martian. (del libro Monumento al Perro, edit. Eloisa Cartonera, 2017) LIBRO MONUMENTO AL PERRO / BOOK MONUMENT TO THE DOG / LIBRO MONUMENTO AL CANE.

El libro va acompañado por fotografías y en el capítulo final (Placa historia de mi Perro) quedan unas páginas en blanco donde el lector puede agregar la historia que lo une o ha unido a su perro predilecto.

Los perros simbolizan las virtudes que buscamos en las demás personas: lealtad, compañerismo, gratitud, bondad, humildad, y nobleza.

Todo ello reunido en un solo ser. El libro inicia con una imprescindible mención de las celebraciones, como el Día del Animal, el Día Nacional del Perro, y trae a la memoria el nombre de perros significativos, así como perros y humanos significativos: Fernando el Perro; Hachiko; Bruno; Ulises y Argos; Miguel de Cervantes y los Perros; Axel Munthe, protector de Perros; Poeta Rafael Alberti y Niebla; Pablo Neruda, Chu Tuh, y Nyon; el poeta Vicente Aleixandre y Sirio; la escritora Victoria Ocampo y Beauty; el escritor Eduardo Galeano y Morgan; el poeta Michel Houellebecq y Clément; el escritor José Saramago y Camoens; el cantor de tangos Carlos Gardel y Blanquito ; el beatle Paul Mc Cartney y Martha; el filósofo Arthur Shopenhauer y Atma; el psicoanalista Sigmund Freud y Jofie ; y algunos escritores más.

Cada texto, excepto el dedicado a Pluto, esta basado en vivencias reales. Hay muchas anécdotas sobre perros. Algunas tienen final feliz, otras no tanto. Muchos de los perros los he conocido, a otros he querido conocerlos para saber de sus devenires perrunos. Debo decirles que aprendí y sigo aprendiendo de estos seres ladrantes.

Esta obra no tiene un afán presuntuoso, por el contrario, asoma con un humilde pero inalterable y justo reconocimiento para nuestros quijotescos compañeros: los perros. Así que a ellos, los perros, este

Libro-Monumento, una manera de decir, donde cada texto, cada poema, cada pequeña historia, es como una placa resplandeciente que encuentra un lugar de invulnerable afecto.

17.8.19

Oda al Perro


Oda al Perro

Con su olfato planetario

Con su compañía fiel

de cuatro patas.

Va el hombre y su perro

Huellas y manada

Perro lobo del camino

Peregrino al viento.


Hay perros en los ojos de los ciegos.

Hay perros en las sonrisas de los niños.


Aliado de pactos invisibles

Polizón de las almas rotas.

Espantasoledades porque si.

Perro tan solo perro.

Simple molécula viviente.

Guardián de nobleza tibia

Hocico empañador de vidrios.


Hay perros en la esperanza de un anciano.

Hay perros en la nostalgia de los puertos.


Explorador de todos los paisajes.

Cómplice incondicional del alba.

Cachorro en canastita de mimbre.

Va el rico con un perro.

Va el mendigo con un perro.

Va el poeta con un perro.

Va la heroica Laika dando ladridos a saturno


El perro

tiene palabras en su mirada

su cola danzante

colma de caricias

humanas soledades.

Hay perros entre utopías de viento.

Hay perros ladrándole a las noches.


En Buenos Aires

deambulan perros y Quijotes.

Hay perros con dueños.

Hay perros vagabundos.

Los hay de pueblo.

Los hay de rutas.

y hasta en el confín

del polo los hay.

Hay perros tan fieles

que siempre regresan

al lugar en que vieron

a su amo

por última vez.


Hay perros viejos con sus dueños viejos.

Hay perros alegres con sus dueños alegres.

Sus orejas de radar.

Sus cuatro patas de nube.

Su hocico húmedo y sociable.


El perro

tiene en su mirada

todas las preguntas

y todas las respuestas.

Su mirada tiene una voz potente

y tiene también silencios infinitos.

Hay perros en los umbrales de las iglesias.

Hay perros en los umbrales del rocío.


El perro

esta hecho de soles y de nieves

y de estrellas.

El perro es una estrella fugaz

y pasa por la vida

relámpagueante y dócil

paciente y luminoso

y pasará por tu vida

veloz como si ya hubiera pasado.

Será chico.

Será grande.

Será viejo.

Fugaz estrella fugaz será.


Y si algún día

la tristeza golpea a tu puerta.

No temas.

Ese será un gran día.

Tu perro sin ser llamado

se echará a tu lado.


Recuérdalo.

Y si algún día

él ya no esta contigo.

No temas.

Ese será un gran día.

Tu perro sin ser llamado

se echará a tu lado.

Recuérdalo.


c.m.

9.2.19

Junto al Guardarrail



Junto al Guardarrail / Del Audiolibro: De Poemas y De Vientos / año 2013
Voz y Saxo Tenor: Carlos Martian
(En este texto el autor lo dedica a un perro extraviado y desorientado en la autopista).

1.12.18

DICONO CHE LE RONDINI



DICONO CHE LE RONDINI

Dicono che le rondini
si rifugiano
da qualche parte nel cielo

Oppure lì vanno a morire
in verità        dico
vivono in una nuvola esatta

Come moiono i poeti
ma     non
in verità       dico
vivono in una stella esatta

Carlos Martian

28.11.18

¡OH BIRD! (CHARLIE PARKER) del libro JAZZ...


                JAZZ -Improvisaciones para ser leídas con saxo 
                (JAZZ -Improvisations to be read with a sax)


(...) y el jazz es como un pájaro que migra o emigra o inmigra o transmigra,
saltabarreras, burlaaduanas, algo que corre y se difunde
Julio Cortázar, Rayuela, Capítulo 17 (Fragmento)

(…) and jazz is like a bird that migrates or emigrates or immigrates or transmigrates,
jumps over fences, cheats on Customs, something that runs and disseminates
Julio Cortázar, Rayuela, Chapter 17 (Extract)


En cierto modo, la vida es como el jazz... es mejor cuando improvisas.
George Gershwin (1898-1937)

Life is a lot like jazz… it’s best when you improvise.
George Gershwin (1898-1937)

 

 

a Aylan Kurdi, niño inmigrante ahogado en la costa de Turquía
(2 de septiembre de 2015)
                    y a todos los otros niños que lo sucedieron

to Aylan Kurdi, immigrant child drowned off the coast of Turkey
(September 2nd 2015)

and all the children who followed him


                                      _________________________________

 

 

¡OH BIRD! (CHARLIE PARKER)

el lavaplatos sueña sueños de músico en New York
solea y el solo como gaviota que flamea
solea y el solo volando con su viejo blues
solea y ensaya
solea y ensaya
y toca por los clubs de la 52
y la pajarita tiembla y ondula
y vuela una nota y otra
una nota y otra
y la ginebra se desvanece en el aire
y algo más se desvanece en el aire
y el apocalipsis se desvanece en el aire
y vuela una nota y otra
una nota y otra
y el alto vuela por Europa
y en Buenos Aires alguien escribe “el perseguidor”
y Charly sopla sopla
mientras Rocky
Rocky Marciano sube al ring

y el alto vuela por Toronto
y vuela una nota y otra
una nota y otra
y alguien pregunta
¿por qué solía leer a Omar Khayyam?
y alguien pregunta
¿por qué sobrevuela cuando hay jazz?

 

¡Oh Bird!

 

Carlos Martian

 


¡OH BIRD! (CHARLIE PARKER)

the dishwasher dreams dreams of musician in New York
solos and the solo like a fluttering seagull
solos and the solo flying with his old blues
solos and rehearses
solos and rehearses
and plays about the clubs at 52nd
and the bow tie trembles and waves
and one note and another fly
one note and another
and the gin fades away in the air
and something else fades away in the air
and the apocalypse fades away in the air
and one note and another fly
one note and another
and the alto flies over Europe
and in Buenos Aires someone writes “The Pursuer”
and Charlie blows blows
while Rocky
rocky Marciano gets in the ring

and the alto flies over Toronto
and one note and another fly
one note and another
and someone asks
¿why did he use to read Omar Khayyam?
and someone asks
¿why does he overtfly when there is jazz?


¡Oh Bird!


Carlos Martian

                                         ___________________________

 


Ilustraciones (Ilustrations): Mauro Modin y Matías Chienzo.
Translated by Jorgelina Vittori and Pablo Ingberg

31.10.18

El Cóndor No Pasa, por Carlos Martian -Post sobre la muerte de Cóndores en la Patagonia Argentina



-Post sobre la muerte de Cóndores en la Patagonia Argentina

El Cóndor No Pasa, por Carlos Martian

Recuerdo, en un viaje en moto, cuyo destino final era Machu Picchu. Viajé desde Buenos Aires a San Luis. Rumbeando hacia el norte, pude conocer: La Carolina, una maravillosa zona entre las sierras puntanas, al pie del Cerro Tomolosta de 2018 msnm y en las márgenes del Río Trapiche. El pequeño poblado tuvo sus orígenes en el año 1792. Fue al comienzo una comarca dedicada al trabajo minero, ya que allí se había instalado un trapiche dedicado a pulverizar el mineral de oro que se extraía en la cercana mina La Carolina.

Cerca del casco de La Carolina, pude visitar el Museo de la Poesía, creado en honor del poeta, filósofo, y maestro argentino Juan Crisóstomo Lafinur, nativo de ese lugar.

Recuerdo, esa maravillosa zona entre las sierras puntanas.
Recuerdo la tibieza invisible del viento, la soledad acompañada del viaje, el silencio vociferante del éxtasis que circunda la belleza.

Pero en algún momento, todo se detuvo: el latir de la moto, las agujas del tiempo, la reverberante nostalgia, el rodaje del cansancio, todo se detuvo. Elevé la vista, logrando contemplar inmaculadas estatuas aladas girando danzantes sobre mí.

Recuerdo. Sí recuerdo, allí tomé la foto que acompaña este post. Qué sentí? Fue un encuentro-descubrimiento majestuoso, casi sagrado. El viento, los cóndores y yo.

Todo se transforma cuando el Cóndor Pasa. Lo puedo asegurar, todo se transforma cuando, como dice la melodía compuesta por el músico peruano Daniel Alomia Robles: “el Cóndor Pasa”.

Pero hace unos días las noticias, derribaron alas de esperanza, derribaron aquello que vincula lo terrenal con lo sagrado, derribaron las sonrisas del alma: “Veintitrés cóndores andinos aparecieron sin vida en la Patagonia argentina” y el motivo sería, según la denuncia de la Fundación Bioandina Argentina, el envenenamiento por un agrotóxico que estaría prohibido en el país.

Como muchos de ustedes, siento cierto descorazonamiento.

Agradezco, haber tenido la enorme dicha de contemplarlos, allí en las alturas, agradezco me escoltaran en cierto tramo del viaje. No sé, francamente no sé, si generaciones futuras podrán tener la misma dicha. Solo deseo, no tengan que murmurar: El Cóndor No Pasa.

Carlos Martian


VEINTITRÉS CÓNDORES MUERTOS 

¡Sucedió en Chos Malal! 

veintitrés cóndores muertos 

negro cubierto el pradal 

nunca más luz y conciertos 


¡Llora Perito Moreno! 

veintitrés cóndores muertos 

trampa maldito veneno 

nunca más luz y conciertos 


Sucedió témpano cielo 

veintitrés cóndores muertos 

plumas yertas en el suelo 

nunca más luz y conciertos 


VEINTITRÉS CÓNDORES MUERTOS 



Carlos Martian

ARTHUR UN PERRO

-imágen de google-   ARTHUR UN PERRO mestizo pastor de Maremma y una historia en la cual poco a poco lentamente vos y yo nos adentramos lent...

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